jueves, 12 de agosto de 2010

Tan distante como el horizonte
se veía la esperanza
era porque no miraba sus ojos
no besaba su boca
no sentía su rostro.

Alucinaba entre las sombras
de la amargura y la tristeza
anhelando verla un instante,
soñando despierto como
las estrellas dibujaban su rostro....

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